La lucha española, presente en el homenaje a Barcelona 92

La lucha española, presente en el homenaje a Barcelona 92

Los representantes de la lucha española en aquellos Juegos Olímpicos de Barcelona 92

El Auditorio Alfredo Goyeneche del Comité Olímpico Español (COE) se vistió de gala el pasado viernes para rendir, 32 años después, un emotivo homenaje a los deportistas españoles que participaron en los Juegos Olímpicos de 1992, Albertville y Barcelona, para poner en valor el trabajo y esfuerzo realizado por todos los deportistas que participaron en una cita olímpica que cambió el deporte de nuestro país y sentó las bases de la “edad de oro” del deporte español.

Durante el acto, presidido por SS.MM. los Reyes de España, se ha recordado aquel desfile inaugural que culminó con el espectacular encendido del pebetero por parte del arquero Antonio Rebollo, se han rememorado las mejores anécdotas de aquellos Juegos, se han repasado todas y cada una de las 22 medallas que se consiguieron en Barcelona 92 y el histórico bronce de Blanca Fernández Ochoa en Albertville 92, así como los diplomas logrados por la delegación nacional en ambas citas.

Al evento, y como representantes de la lucha española estuvieron presentes siete de los diez integrantes de aquella Selección: Francisco Javier Iglesias, actual presidente federativo; Francisco Barcia, jefe de los equipos nacionales; Laureano Atanes, seleccionador; Miguel Ángel Sierra, presidente de la territorial andaluza; Pedro Villuela, Alberto Recuero y Francisco Sánchez. 

«Fue un acto muy emotivo. Algunos llevábamos sin vernos más de 30 años. Hay que agradecer al COE que se celebren eventos como este, que ayudan a valorar a la gente y a reencontrarse con viejos amigos y compañeros», señala Iglesias. Para Barcia fue  «muy emocionante vivir una experiencia así después de tanto tiempo». «Algunos ya no están dentro del mundo del deporte, tomaron otros caminos, pero a todos nos dio para charlar, recordar viejas anécdotas…. había muy buen rollo. Yo he estado en cinco Juegos y, viendo con retrospectiva, Barcelona sí que fue un punto de inflexión muy importante para el olimpismo español», concluye.